Desde hace unos años el mercado inmobiliario español está experimentando un creciente interés en activos no residenciales. Sectores como oficinas, comercios y residencias destinadas a estudiantes y personas mayores, están ganado protagonismo, reflejando una adaptación a las nuevas demandas sociales y económicas.
Oficinas: Madrid como epicentro de la actividad
Madrid se mantiene como uno de los mercados de oficinas más activos de Europa. A lo largo del último año, la contratación de espacios ha mostrado un crecimiento notable, alcanzando en 2024 los 564.000 m2, lo que representa un incremento del 25% respecto al año anterior. Este crecimiento se atribuye a la búsqueda de espacios de alta calidad y ubicaciones estratégicas por parte de las empresas. A pesar de este dinamismo, el mercado está experimentando una segmentación clara: mientras que las zonas prime siguen atrayendo una demanda sólida y precios elevados, las áreas periféricas presentan mayores niveles de disponibilidad y condiciones más flexibles para los arrendatarios.
Expansión del comercio y el sector retail
El comercio minorista también está experimentando un crecimiento significativo, especialmente en lo que respecta a los centros comerciales y locales ubicados en zonas estratégicas. La recuperación económica y el aumento del consumo han generado un entorno favorable para la inversión en este tipo de activos. Empresas como Leroy Merlin han sabido capitalizar esta tendencia, expandiendo su presencia en el país y alcanzando una facturación de 3.590 millones de euros en 2024.
Residencias especializadas: una inversión con futuro
El mercado de residencias para estudiantes y senior living está emergiendo como una oportunidad atractiva para inversores. La creciente demanda de alojamientos adaptados a estos perfiles, combinada con una oferta aún limitada en muchas ciudades, está convirtiendo a estos activos en una opción de inversión muy atractiva. En el caso de las residencias estudiantiles, el aumento del número de alumnos internacionales y la insuficiente disponibilidad de viviendas adecuadas han impulsado el interés en este nicho. Por otro lado, el envejecimiento de la población española subraya la necesidad de infraestructuras especializadas en el sector del senior living. Se espera que este sector experimente un crecimiento significativo en los próximos años, ofreciendo soluciones habitacionales especializadas y de calidad.
Conclusión
El interés en activos no residenciales en España sigue creciendo, reflejando un mercado inmobiliario en evolución y adaptación a nuevas tendencias. Tanto el sector de oficinas como el comercio y las residencias especializadas ofrecen oportunidades de inversión con perspectivas prometedoras, consolidando la diversificación y fortaleza del mercado inmobiliario español en los próximos años.
Fuentes: